En el año 1886, llega a la Villa de la Concordia, un noble Francés, acompañado de una bella actriz, el Conde Eduardo De Machy, hijo del banquero Carlos De Machy.

Luego de montar la fábrica de conservas y por una incidencia que se planteó con las autoridades con respecto a los desperdicios de su fábrica, el Conde busca un paraje al que llamó San Carlos, donde en el año 1888 hizo construir el Palacio que le serviría de alojamiento, empleando materiales de la región.

Al mismo tiempo levantaba su nueva fábrica de conservas, como así también una de hielo (la primera en la Argentina). Poseía un taller de herrería artística, donde se modelaron / construyeron los elementos de hierro y enrejado de estilo gótico que aún se pueden apreciar en el Palacio.

En 1891, desaparece el Conde De Machy con su dama. Nunca más se supo de él.

Los señores R. Coulón y Cía. Se hacen cargo de la existencia de San Carlos hasta que en 1893 deciden regresar a Francia.

En 1916 contrabandistas sustrajeron todas  la máquinas del lugar.

En 1926 una apreciada familia de Concordia fue a vivir allí: los Fuchs Valon con sus tres hijos, dos mujeres y un varón.

L a construcción de esta casona de campo era de estilo señorial. Las iniciales de su propietario y la fecha de construcción se leen en el portón de acceso al patio posterior.

Cuenta con dos plantas y un subsuelo, siendo la parte superior la que ocupara la familia como vivienda y la inferior sobre la derecha estaba destinada a las habitaciones servicio.

Sobre la izquierda está ubicada la biblioteca y la sala de conferencia.

El ingreso posterior presenta un puente, y debajo del mismo se hallaban las caballerizas y el taller de herrería artística.

En el subsuelo está la caldera, y en el mismo lugar se observa la entrada a los túneles de salida de emergencia hacia la costa del Río Uruguay.

En Setiembre de 1938 fue incendiado y se convirtió en lo que es hoy Las Ruinas del Castillo San Carlos.