Susana Soca

Fue una poetisa uruguaya, editora y referente cultural de su tiempo. Hija del médico Francisco Soca y de Luisa Blanco Acevedo, vivió entre 1906 y 1959. Bautizada en la propia Notre Dame de París, donde también llegó a vivir una década, tuvo una labor notable como editora y destacada figura en el ambiente cultural y artístico de su época.

La poetisa creó la revista cultural La Licorne, (El unicornio)  que se editó tanto en Montevideo como París, y su obra poética fue publicada póstumamente. Viajó permanentemente a París y en uno de esos viajes, fallece al incendiarse su avión en el Aeropuerto de Río de Janeiro.

Cahiers de La Licorne, como se llamaba la edición en Francia, difundía la obra de algunos escritores hispanoamericanos por primera vez en Europa (entre ellos, a Felisberto Hernández, todavía poco conocido en el Uruguay), pero también de Onetti, Jules Superville, el propio Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, María Zambrano y tantos más.

Sus ediciones hicieron posible publicar a muchos escritores europeos en años de penuria editorial y económica durante los tiempos de guerra en Europa.

 

 

Como nota podemos agregar que las publicaciones fueron todas editadas bajo la dirección de Susana Soca con una periodicidad irregular, llamándose en su primera época, en París como «La Licorne: Cahiers trimestriels de litterature», en francés. Ya la segunda época se editaron en Montevideo en francés y español.

Nunca se publicaron los números 14 y 15, por lo que el número 16 debió ser numerado 13, y fue póstumo, luego del fallecimiento de Susana Soca como homenaje, editado bajo la dirección de Guido Castillo.

Antonio Bonet

Antonio Bonet Castellana (Barcelona, 1913–1989), fue un arquitecto, urbanista y diseñador español, residente en el Río de la Plata durante la mayor parte de su vida.

Estudió con el propio Le Corbusier. Es autor de numerosos edificios y galerías en diversos países, destacando que aquí, en Punta Ballena, edificó el notable edificio del hotel Solana del Mar y varias residencias familiares en Solanas. Otra de sus obras es el edificio del Banco El Plata, en la Ciudad Vieja en Montevideo.

Una de sus facetas menos conocidas acá es la del diseño. Entre los objetos que diseñó, principalmente mobiliario, podemos nombrar una silla que llega hasta nuestros días.

La silla BKF, también conocida como «Butterfly». Es una silla de acero y cuero diseñada en Buenos Aires por los arquitectos Bonet, Kurchan y Ferrari, fundadores del colectivo Grupo Austral  y por la colaboración de estos tres arquitectos, surge su nombre.

Creada en 1937 en Argentina, las iniciales de los apellidos de los arquitectos Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari, (BKF) le dieron el nombre al diseño original que se transformó en un éxito mundial. 

Junto a la propia Susana Soca, pensaron y diseñaron la capilla que se construiría en honor a su padre, el Dr. Soca, en 1959.

Las ideas racionalistas y modernistas del diseño y la arquitectura de Bonet, sumadas a las concepciones de Susana que plasma a en sus propias publicaciones, como columnista literaria, donde trataba con frecuencia temas referentes al cristianismo y a la espiritualidad humana, dieron como resultado esta hermosa construcción. Esta capilla hoy está abandonada y solo es posible visitarla a hurtadillas o en los días del patrimonio.

Susana murió antes de terminarla y su madre quiso seguir adelante con el proyecto, para poder enterrar a su hija allí. Esto no pudo llevarse a cabo ya que no está permitido el enterramiento fuera de los cementerios en nuestro país, por lo que la capilla quedó allí, sin uso.

Una curiosidad: La Capilla fue una de las locaciones donde se filmó El Hipnotizador segunda temporada, la serie de HBO, donde es usada magistralmente gracias a su diseño sin igual. 

La capilla

Es una edificación realizada totalmente en hormigón armado y vidrios de colores, con la peculiaridad de su forma y la base de todo su concepto: el número tres.

La geometría de la planta rectangular surge de la duplicación de un cuadrado que, a su vez, son dos triángulos. Esta base junto a la forma triangular del resto de la edificación, parecen evocar a la geometría sagrada o a  los arquetipos platónicos.

El triángulo, expresión geométrica del número tres, representa toda la existencia del hombre, la trinidad más allá de la trinidad cristiana.  La propia existencia se expresa en la unión de tres principios: cuerpo, espíritu y alma. El triángulo así representa un símbolo de perfección.

 

Miles de triángulos dan forma a la construcción, compuesta por dos volúmenes que son todo un símbolo espiritual y religioso, representando la trinidad y la crucifixión.

El imaginario cristiano se encuentra representado de una forma novedosa y abstracta en toda la arquitectura de la capilla y en la sensación de nave espacial llena de símbolos y luces que tenemos al entrar en ella.

Como un caleidoscopio, los miles de triángulos de la construcción dejan entrar la luz que va cambiando a lo largo del día y crea hermosos efectos en el interior.

Usaron vidrios de colores violeta, verde y amarillos/naranja que tienen también profunda simbología.

Los autores antiguos consideraron el color naranja como expresión de sabiduría y de los poderes del razonamiento, y en muchas religiones es considerado también como un color de transición. El amarillo tiene un significado espiritual, lo que explica el uso que de él se hace en ceremonias religiosas y misterios sagrados, por ser el color vinculado a la luz, el sol y el oro. El verde es el color del crecimiento, el renacimiento, lo que crece y vive y el violeta es el último color que logró ver el ojo humano gracias a la evolución, por lo que se le asigna una profunda simbología religiosa y espiritual.

La capilla es un objeto simbólico en sí mismo, que debemos abordarlo más que como un edificio, como un elemento escultórico, diseñado en base a una cosmovisión de lo sagrado y simbólico desde su estructura, su geometría, los materiales usados (la dureza del hormigón y la fragilidad del vidrio) y su ornamentación abstracta y futurista.

Las veces que la visité me sorprendió lo espectacular de la obra, la magia de sus creadores y la maravillosa mujer e ideas que están por detrás de ella. Es una pena que no sea puesta en valor y visitada, porque es un verdadero patrimonio que en cualquier parte del mundo estaría llena de turistas fotografiándola.

Si ud. es un curioso, vaya y visítela. Está en el departamento de Canelones, en Soca, Ruta 35. Es en la calle Zenón Burgueño entre la calle 5 y Brig. Manuel Oribe, al lado del tanque de OSE.

Si conoce poco o nada a Susana Soca, lo invito a conocer sus publicaciones, digitalizadas gracias a un proyecto de la facultad de Ciencias de la Comunicación: Biblioteca digital de autores uruguayos, que reúne textos e imágenes de decenas de autores uruguayos anteriores a 1980. Vale la pena visitarlo también, y este se encuentra a solo un clic en:

“La licorne” para descargar: http://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/39

Fotos de la vivienda La Rinconada y del Hotel Solanas del Mar tomadas de: http://www.fadu.edu.uy/obras-nacionales/autor/arq-bonet/

Texto y fotos: Jimena Méndez

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